Todas las personas mayores somos conscientes de los cambios que se van presentando en nuestro cuerpo a medida que avanza la edad. Se presentan cambios drásticos algunos y otros poco a poco. Y no me refiero sólo a las canas. También a nuestro sistema inmunológico, a nuestra piel y a todos los demás órganos del cuerpo. El deterioro gradual del sistema inmune provocado por el avance de la edad se denomina inmunosenescencia.
En la medida que envejecemos aumenta el riesgo de sufrir infecciones debido a los cambios que se producen en el microbioma, es decir el conjunto de microorganismos que viven en nuestro cuerpo. Siendo los más importantes los que permanecen en el sistema digestivo. Este microbioma también envejece y se ve afectado de estas maneras:
El avance normal de la edad también afecta de forma crónica una glándula denominada TIMO quien es la responsable de la maduración de los linfocitos T. Esta glándula es muy activa en la edad infantil y alcanza su mayor tamaño alrededor del primer año. Cuando llegamos a los 40 o 50 años queda apenas un vestigio de esta glándula. Esto repercute en la disminución significativa en la generación de linfocitos T y B (un tipo de glóbulo blanco) que son los que se encargan de proteger el cuerpo de las infecciones y el cáncer.
Para un adecuado mantenimiento del timo y del sistema inmunológico, es muy importante tomar suficiente zinc diariamente con la dieta o en forma de suplementos.
Estudios recientes han demostrado que los beneficios del ejercicio regular pueden ir más allá del mejoramiento muscular de quienes lo practican. También tienen un sistema inmune que parece no envejecer al ritmo normal. Al examinar el timo de estas personas encontraron que estaba produciendo tantas células como los de una persona joven.
Esto nos demuestra que entre todos debemos alentar a todas las personas a comprometerse con el ejercicio regular a lo largo de sus vidas y poder disfrutar a largo plazo de una vejez mas saludable y productiva.
Salir y hacer ejercicio ayuda a mejorar la recepción de la vitamina D gracias a la luz del sol. Recordemos que la vitamina D ayuda a mejorar notablemente nuestro sistema inmunológico.